PROYECTO DE CONCURSO
Proponemos un edificio compacto, atento al lugar como la arquitectura tradicional que define el paisaje. Como los caseríos, aunque mayor en volumen.
  
Proponemos un edificio moderno, con tecnología de nuestro tiempo, que estando bien integrado en su emplazamiento, consiga mediante su arquitectura, una adecuación e identidad corporativa que lo haga identificable.
  
Como en los caseríos, su imagen la dará la composición de la fachada frontal, mientras que las laterales solo serán consecuencia lógica del proceso constructivo y de las necesidades funcionales, sin pretendidas composiciones, pero con la dignidad necesaria para emparejarse con el histórico edificio de San Juan de Murelaga.

  
Para ello, el edificio que proponemos contiene los códigos formales de la arquitectura tradicional:Composición axial en tres cuerpos en la fachada principal, en coherencia además con la organización espacial interior y duplicando la cumbrera de cubierta en un afán de dotarlo de una imagen que lo identifique con la singularidad de su uso.
  
En la fachada lateral, un gran alero remata la cubierta y protege la fachada de la humedad y el sol directo, mientras que un entramado estructural la dota de un carácter indiferenciado, sólo alterado por el gran hueco que desde los espacios centrales de distribución, pretende apropiarse de la imagen de la ermita.
  
Proponemos un edificio que es capaz de captar la luz con generosos y bien medidos huecos, y de administrar la energía de manera óptima, en el que la preocupación por la eficacia se plantea desde su diseño y con medidas pasivas, previas al estudio de las instalaciones de generación más eficientes, porque así debe ser en un edificio para el trabajo.